Dólar fuerte: 3 cosas que podrían detener las subidas de tipos de la Fed y enviar al USD a la baja

La Fed ha acelerado el ritmo de sus alzas de tasas. Aumentó los tipos tres veces el año pasado y está en camino del cuatro aumentos este curso. El FOMC, bajo la dirección de Powell, también aumentó las previsiones para 2019 y 2020. Esta postura no es solo el resultado de una aceleración en el crecimiento sino también el resultado de una composición más dura de los miembros votantes actuales de la entidad.

La Reserva Federal se muestra confiada, determinada y señala las próximas subidas con antelación. La línea dura mantiene al dólar estadounidense ofertado durante bastante tiempo. Otros factores, como las guerras comerciales, son más efímeros.

¿Qué podría cambiar la opinión de la Fed y causar un cambio de paradigma para el dólar estadounidense?

Aquí hay tres razones que podrían causar una pausa:

1) Crash del mercado de valores, por el motivo que sea

El mercado bursátil estadounidense puede estar vacilando en nuevos máximos, pero esto se ve bien. La Fed es bastante sensible a los precios de las acciones. Muchos estadounidenses tienen sus pensiones y ahorros vinculados a acciones y la Fed habla sobre el «efecto riqueza». El simple hecho de saber que una persona tiene más dinero en acciones empuja a esa persona a un consumo adicional.

Hay una manera más cínica de describir la sensibilidad a las acciones. Para decirlo sin rodeos, algunos argumentarían que «la Fed trabaja para Wall Street».

Un quiebre de las bolsas puede ser el resultado de la política de la Fed: mayores tasas de interés y un retiro gradual de la flexibilización cuantitativa. Mientras que la ex presidenta de la Fed Janet Yellen lo describió como «mirar la pintura secarse», el lento proceso de reducir la hoja de balance de la Fed indirectamente saca dinero de las acciones.

Un crash bursátil podría ser el resultado de las guerras comerciales: hemos visto a las acciones reaccionar con caídas a cada deterioro en las relaciones comerciales y a las imposiciones de aranceles. Una de estas caídas podría convertirse en una avalancha.

Y un colapso bursátil podría no estar relacionado con los bancos centrales ni con el gobierno. Una caída de las acciones de las grandes compañías de tecnología debido a nuevas valoraciones, legislación de privacidad o cualquier otra razón podría arrastrar a todo el mercado, y la Fed no se quedará inactiva.

2) Trimestre de «retorno» del PIB débil

Una de las razones del fuerte crecimiento del segundo trimestre al 4.1% fue la inminente imposición de aranceles comerciales. Las empresas se apresuraron a vencer el plazo del 6 de julio para los aranceles iniciales, por valor de 34 mil millones de dólares bienes a ambos lados del Pacífico. La actividad de exportación y otros sectores que se vieron afectados pudieron haber visto el crecimiento artificial que se produjo en el segundo trimestre en el tercero. Por lo tanto, el tercer trimestre podría experimentar una fuerte desaceleración.

Otra ola de aranceles espera el 6 de septiembre. A medida que las empresas se aproximen a la fecha, la misma prisa podría apresurarles, lo que aumentaría la actividad en el tercer trimestre. En este caso, el cuarto trimestre podría ser el «trimestre de amortización», cuando los aranceles son altos en todas partes, y la actividad económica ya presentado.

Este escenario puede cambiar si hay una disminución de las tensiones comerciales, lo que permitiría a la Reserva Federal continuar con la subida de tipos. Sin embargo, el ritmo actual parece bastante destructivo.

3) Dos informes de empleo desastrosos consecutivos

En el informe de nóminas no agrícolas ya no importan los empleos creados sino los salarios. La Fed y los mercados se acostumbraron al crecimiento firme y estable del empleo y se movieron conforme a esto, dando por hecho el cambio en las posiciones. El foco se trasladó hacia la inflación, que finalmente está mejorando.

Pero nada dura para siempre. Si bien no hay indicadores de desaceleración en la creación de empleo, tal escenario no se puede descartar. Cerca del pleno empleo, es difícil ver muchos más meses de creación de empleo con cifras significativas. Eso no sería un escenario terrible, pero aún así causaría una pausa para pensar.

Una desaceleración en el crecimiento del empleo también podría ser el resultado de los aranceles. Por lo general, la actividad económica se desacelera primero y los trabajos se pierden más tarde. A medida que el crecimiento salarial y la inflación desafían los libros de texto económicos, no hay razón para descartar una desaceleración en la contratación que sirva como un indicador para la economía en general.

En general, los mercados bursátiles, el PIB y el crecimiento del empleo deberían ser vigilados en busca de cualquier señal de que la Reserva Federal cambie de parecer. Cualquiera de ellos podría ser el resultado de las guerras comerciales, pero no exclusivamente.

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