Fue otro mal día para el dólar, aunque se mantuvo dentro de los niveles familiares frente a la mayoría de los principales rivales. El EUR y el ORO fueron los de mejor desempeño, ya que el EUR/USD alcanzó un máximo de 1.2266, su nivel más alto desde enero.
Por otro lado, el GBP/USD cedió ante las malas cifras de las ventas del CBI, aunque se estableció en torno a 1.4150. Las monedas vinculadas con las materias primas terminaron el día prácticamente sin cambios frente al dólar.
El vicepresidente de la Reserva Federal, Richard Clarida, notó una «sorpresa muy desagradable» resultante de la inflación de abril, y agregó que está de acuerdo con las minutas del FOMC de que podría haber un momento en las próximas reuniones para discutir sobre la reducción gradual de la compra de bonos.
Las expectativas de inflación en EE.UU. de alguna manera se enfriaron, mientras los funcionarios de la Reserva Federal siguen vertiendo agua fría sobre las expectativas de un cambio en la política monetaria actual.
El dólar cayó debido a la caída de los rendimientos de los bonos gubernamentales. El rendimiento del bono de referencia del Tesoro a 10 años cayó al 1.56%, su nivel más bajo en dos semanas. Wall Street no pudo aprovechar el alivio de las preocupaciones sobre la inflación, y los tres índices principales terminaron el día con pérdidas modestas.
El oro cotiza justo por debajo del nivel de 1.900$, dirigiéndose firmemente al alza y preparado para superarlo. El petróleo crudo se mantuvo sin cambios, con el WTI cotizando alrededor de 65.85$ el barril.
El RBNZ anunciará su decisión de política monetaria a primera hora del miércoles.
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